LA PESCA MILAGROSA


¿Sobrevivir para Vivir?







Foto- Rowinson Perez




Hace algunos años vengo visitando el humedal Tibabuyes o
Juan Amarillo como coloquialmente se le dice aquí en Bogotá, y desde que lo
conocí, sus verdes bosques y aguas pandas reflejan los rayos del sol expuestos
en un gran espejo que hermosean el territorio. Un espacio que no solo me cautivo, sino que ha
sido mi sitio de encuentro y tranquilidad para la meditación y el esparcimiento
de su naturaleza. Reconozco que por estar ubicado en un sector popular,
(Suba/Engativa), existe cierto aire de inseguridad y por momentos esta
situación toma partido en el sector, aun así, esto no es relevante para el tema
que realmente me interesa resaltar, pues en cualquier  parte de la ciudad, la incertidumbre de inseguridad es
latente.



















En medio de esa serie de visitas
constantes al humedal, la mayoria de las veces me encontraba con gentes de otras regiones, que se dedicaban
y deleitaban con lo mas fiel de su naturaleza y la inmarcesible posibilidad de bañarse
y pescar sus ofrendas acuáticas, una practica normal como en cualquier  parte del mundo, solo que  hasta donde tengo uso de razón, en este
cuerpo de agua y sin animo de satanizar, esta prohibido, así de tajo! y segundo, no es apto por la condiciones en las que se encuentra, por estar ubicado al lado del canal  salitre, que es el que conduce al occidente, las  aguas negras de la ciudad hasta la planta de tratamiento de la EAAB, (Empresa de acueducto y Alcantarillado de Bogotá) adicionalmente
que cualquier tipo de intervención produce cambios al ecosistema.









































Sin embargo debo decir que el hambre no mide
estrato social, color o raza, y muchas de estas personas que han hecho y hacen
uso del humedal con la practica de la
 
pesca, lo hacen bajo la expectativa de tener una pesca milagrosa que
invita a la sobrevivencia, ya
 que realmente
lo que importa, es llevar un plato de comida a su boca, a sus familias; no
importando que se a la misma naturaleza quien se los provea y con elllo no tener que
pasar esta necesidad, que además de producir incertidumbre,
  la verdad no es muy recomendada. Este
reportaje es una radiografía de la situación que allí se vive, una evidencia en
medio de las necesidades ocultas.




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